Concientización sobre los mortinatos

Puntos importantes

  • Algunas personas tienen más probabilidades que otras de que sus bebés sufran mortinatos. Reducir los factores de riesgo puede ayudar a prevenirlos.
  • Se desconocen algunas de las causas de los mortinatos. Algunas de las conocidas son las infecciones, los defectos congénitos y las complicaciones del embarazo.
  • El síntoma más común de un mortinato es cuando se percibe que el bebé ha dejado de moverse o patear.
  • Si su bebé ha sufrido un mortinato, disponemos de recursos para ayudarle a usted y su familia a transitar su duelo y dolor.
  • Muchas personas que han experimentado casos de mortinatos y han decidido concebir otra vez han tenido embarazos y bebés saludables.

¿Qué es un mortinato?

Es cuando un bebé fallece en el útero a partir de la semana 20 de embarazo. Muchos de esos casos ocurren previo a que la persona entre en trabajo de parto, pero un número reducido puede ocurrir durante el trabajo de parto o en el nacimiento. En muchos casos, el proveedor de atención médica diagnosticará el mortinato e iniciará una intervención antes de la fecha del parto. Tanto los mortinatos como los abortos espontáneos se vinculan con la pérdida del embarazo, pero estos ocurren en etapas distintas del proceso. El aborto espontáneo implica la pérdida del bebé antes de las 20 semanas de embarazo. El mortinato tiene que ver con la pérdida del bebé a partir de las 20 semanas de embarazo.

¿Qué tan común es un mortinato?

Los mortinatos afectan a más de 20,000 familias estadounidenses cada año. En Washington, la tasa de mortinatos es similar a la de la nación completa (57 casos por cada 10,000 nacimientos).

Algunos grupos los experimentan con mayor frecuencia que otros. En Washington, se incluye a la gente india americana/nativa de Alaska, negra y nativa de Hawái/habitante de las islas del Pacífico. Los mortinatos también son significativamente altos para los bebés de personas embarazadas por encima de los 40 años.

¿Quiénes corren riesgo de sufrir un mortinato?

Los factores de riesgo suelen aumentar la posibilidad de una enfermedad o condición. Algunos de estos son factores que no pueden cambiarse, como tener antecedentes de mortinatos en embarazos previos. Otros factores de riesgo son modificables, como el acto de fumar.

Factores de riesgo para casos de mortinatos:

Condiciones médicas

  • Exceso de peso
  • Diabetes
  • Presión arterial alta
  • Consumo de sustancias

Condiciones de embarazo y antecedentes

  • Nunca antes haber dado a luz.
  • Haber sufrido un aborto espontáneo o un mortinato en un embarazo previo.
  • Tener un embarazo múltiple (2 o más).
  • Tener un embarazo tras pasar los 40 años de edad.
  • Tener colestasis intrahepática (en inglés) del embarazo.

Entorno y acceso a recursos

  • Vivir en un entorno con acceso limitado a los cuidados prenatales.
  • Disponer de acceso limitado a formas de apoyo social.

Disparidades de salud y racismo

Los mortinatos ocurren con mayor frecuencia entre personas indias americanas/nativas de Alaska, negras o nativas de Hawái/habitantes de las islas del Pacífico en comparación con las de otros grupos étnicos y raciales.

Ser una persona de color no es razón para experimentar mortinatos. Sin embargo, las comunidades de color se ven afectadas por el racismo. Las personas vinculadas a grupos raciales y étnicos minoritarios que viven en una sociedad racista son más propensas a experimentar estrés crónico, así como tratos desiguales y denigrantes al momento de recibir atención médica. Estos factores, entre otros, tienen impacto sobre algunas condiciones de salud vinculadas al embarazo, como los nacimientos prematuros y el bajo peso del bebé.

Los proveedores de atención médica tienen la obligación de proporcionar cuidados de maternidad seguros y de calidad a cada paciente y ser respetuosos de sus valores y creencias, sin importar su raza, identidad sexual u origen religioso. Muchas organizaciones comunitarias y asistentes de parto en Washington, incluidas las que forman parte del Proyecto de Parto Igualitario (en inglés), se esfuerzan por reducir el racismo experimentado por las personas de color embarazadas.

¿Qué causa los mortinatos?

Aunque hay mucho que desconocemos sobre qué provoca los mortinatos, las causas potenciales más conocidas son las siguientes:

Infecciones provenientes de la persona progenitora o el bebé

Problemas con la placenta o el cordón umbilical

  • Los problemas con la placenta (infecciones, coágulos de sangre, inflamación) causan cerca del 24 % de los mortinatos.
  • Los problemas con el cordón umbilical causan cerca del 10 % de los mortinatos. Esto puede incluir un nudo en el cordón o que el mismo esté pinchado y el bebé no reciba el oxígeno suficiente.

Complicaciones durante el embarazo

  • Permanecer embarazada por más de 42 semanas.
  • Diabetes, sobrepeso, presión arterial alta, partos prematuros o ruptura prematura de las membranas.
  • Traspaso de la sangre del bebé al torrente sanguíneo de la persona embarazada.
  • Traumas o heridas (como los de un accidente automovilístico).
  • Condiciones de salud como el lupus (en inglés), la trombofilia, y los trastornos tiroideos (en inglés).

Condiciones del bebé

  • Defectos congénitos y condiciones genéticas.
  • Restricción del crecimiento del feto (el feto no se desarrolla al ritmo esperado).
  • No obtener el oxígeno suficiente durante el trabajo de parto y el nacimiento.
  • Enfermedad hemolítica: es una enfermedad que ocurre durante el embarazo. Ocurre cuando su sangre es Rh negativo y la del bebé es Rh positivo. Esto significa que la sangre de ambos es incompatible y, por lo tanto, no es seguro que se mezclen. También puede suceder si la persona gestante y el bebé tienen distintos tipos de sangre. Esta enfermedad puede prevenirse. A casi todas las personas se las somete a una prueba de sangre para determinar su tipo de sangre en una etapa temprana del embarazo.

¿Cómo puedo prevenir un mortinato?

Mientras algunos de estos se pueden prevenir, no es posible hacerlo en todos los casos. Incluso aquellos individuos con bajo riesgo de mortinatos pueden experimentarlos. La mejor manera de prevenirlos es llevar un embarazo tan saludable como sea posible.

Pasos para un embarazo saludable

  • Reciba las vacunas recomendadas: la vacunación recomendada durante el embarazo puede protegerle de infecciones dañinas para usted y su bebé en desarrollo..

    Si una persona embarazada se contagia del COVID-19, hay un riesgo mayor de que ocurra un mortinato. Sin embargo, recibir la vacuna contra el COVID-19 puede protegerle. Las investigaciones sugieren que la vacunación contra el COVID-19 se asocia a una disminución del 15 % del riesgo de mortinatos.
  • Obtenga los nutrientes necesarios: las vitaminas y minerales juegan un papel importante en todas sus funciones corporales. Consumir alimentos saludables y vitaminas prenatales cada día debería proveerle las vitaminas y minerales necesarios para el embarazo. Las personas embarazadas requieren 600 microgramos de ácido fólico por día. El ácido fólico es una vitamina importante que puede prevenir defectos congénitos.

    Recursos: Nutrición durante el embarazo | ACOG |Recomendaciones sobre el ácido fólico.

Seguimiento de los movimientos del bebé (conteo de patadas)

A veces, entre las 16 y 28 semanas de embarazo, puede empezar a sentir que su bebé se mueve. El seguimiento (conteo) de las patadas del bebé pueden ayudarle a estar más consciente de los movimientos fetales. Los cambios en los movimientos fetales pueden significar una señal de estrés. Si cree que su bebé se mueve menos de lo normal, llame a su médico o partera.

Existen muchas aplicaciones y guías para hacer seguimientos del movimiento fetal.

¿Qué pasa si sospecho que mi bebé ha sufrido un mortinato?

El síntoma más común de un mortinato es cuando se percibe que el bebé ha dejado de moverse o patear. Algunas personas también pueden experimentar calambres, dolor o sangrado vaginal. Comuníquese con su proveedor de atención médica de inmediato o acuda a la sala de emergencias si presenta alguno de estos síntomas.

Cuando visite a su proveedor de atención médica, este le hará una ecografía para verificar si el corazón del bebé ha dejado de latir. La ecografía consta de ondas sonoras y una computadora para proyectar una imagen del bebé en el útero. Su proveedor también hablará con usted sobre recomendaciones para el parto, consejería de genética y recomendaciones para futuros embarazos.

¿Qué pasa si he tenido un mortinato?

Si esto sucede, su proveedor de atención médica hablará con usted sobre las opciones para dar a luz. El momento y la forma del parto dependerán de qué tan avanzado haya sido el embarazo y de qué piensa usted que es lo mejor para usted y su familia.

Su proveedor puede recomendarle los siguientes procedimientos:

  • Dilatación y evacuación (D&E): es un procedimiento quirúrgico en el que se remueve tejido de las paredes del útero.
  • Inducción del trabajo de parto: ocurre cuando el proveedor le da medicamentos o le ayuda a romper fuente para comenzar con el trabajo de parto.
  • Cesárea: es una cirugía mediante la cual el médico le realiza un corte en el vientre y útero para extraer al bebé.

El proveedor puede analizar al bebé, la placenta y el cordón umbilical con el fin de descubrir cómo falleció. Este también puede preguntarle si desea hacer pruebas para descubrir qué fue lo que le sucedió. Estas pruebas pueden incluir lo siguiente:

  • Amniocentesis: su proveedor le extrae un poco de líquido amniótico cercano a la zona del bebé dentro del útero para determinar si existe alguna condición genética o infección que pueda haber causado el mortinato.
  • Autopsia: es un examen físico del cuerpo del bebé. El proveedor de atención médica comprobará la presencia de defectos congénitos u otras condiciones.
  • Pruebas genéticas

Luego del parto, haga lo que crea mejor para usted y su familia. Puede sentir la necesidad de estar a solas con su bebé y otros miembros de la familia. Puede darle un nombre a su bebé, sostenerlo en brazos, vestirlo y aplicar cualquier tradición cultural o religiosa que desee, como un bautismo. Algunas familias toman fotos de su bebé, hacen huellas de sus manos o pies o guardan mechones de cabello. Puede conservar algunos objetos del hospital, como mantas que se usaron con su bebé. Estos recuerdos pueden ayudarle a usted y a su familia a tener presente a su bebé.

Recursos para manejar la pérdida y el duelo

Dar a luz a un bebé fallecido por un mortinato significa una pérdida dolorosa. Los padres y las madres que lo han sufrido necesitan tiempo para llorar su pérdida. Es posible que afronte el duelo de distintas maneras y que necesite ayuda para tratar con otras personas durante el proceso. Los recursos mencionados a continuación pueden ayudarle a transitar su duelo.

Rehabilitación emocional y apoyo

Es normal experimentar una amplia variedad de emociones tras un mortinato. Puede pasar de sentir un impacto o una profunda tristeza a llenarse de ira o entumecimiento.

Experimentar un mortinato puede ponerle en riesgo de sufrir depresión, ansiedad y TEPT. Aunque no existe una forma “normal” de sentirse, debería informar a su médico o partera si experimenta alguno de los siguientes síntomas:

  • tristeza persistente o falta de esperanza;
  • dificultad para dormir;
  • dificultad para comer o comer más de lo habitual;
  • pérdida del interés en las cosas que suele disfrutar;
  • sentimiento de que no vale nada;
  • pensamientos sobre autolesionarse.

También puede llamar o enviar un mensaje de texto a la Línea de Apoyo Apoyo Perinatal de Washington al (1-888-404-7763) o a la 988: línea de prevención del suicidio y de situaciones de crisis.

Volver a embarazarse tras un mortinato

Si decide que quiere embarazarse otra vez, puede que le preocupe volver a perder a su bebé. Esta clase de sentimientos son normales y puede ser complicado dejarlos de lado del todo. Sin embargo, la verdad reconfortante es que la gran mayoría de las personas que experimentaron mortinatos siguen adelante y logran tener embarazos y bebés saludables.

Su proveedor de atención médica le prestará su máxima atención para asegurarse de que todo progrese según lo esperado. Es probable que se le realicen más pruebas frecuentes para controlar el ritmo cardíaco del bebé y su movimiento.